El Presidente de la República abrió una caja de Pandora cuando dijo en una entrevista que consideraba que el narcotráfico podía tratarse como delito político. Una vez cerró la boca, medio país se lanzó a opinar, con más visibilidad la habitual comisión de aplausos de la Casa de Nariño. Que sí, que cómo no, que claro, el narcotráfico es muy político. Ningún imberbe entre ellos: gentes que pedían lanzar al océano a los paramilitares, gentes que no le bajan a Pablo Escobar de monstruo. Eso dijo el Presidente el lunes; el martes dijo lo contrario. “Santos dice que no aceptará el narcotráfico como delito político” (El Tiempo, 09.12.14). La comisión de aplausos quedó viendo un chispero.
Entre el alud de comentarios suscitados por las ocurrencias presidenciales,...