Seguí con atención la conferencia de Gonzalo Pérez, presidente de Grupo Sura para los estudiantes de pregrado de la Universidad Eafit, titulada “Habitar la complejidad, pensar con otros para construir entre todos”. En ella afirmó: “Nuevos tiempos necesitan de nuevos liderazgos capaces de recuperar algo que por momentos parece perdido: la inspiración. El poder de la inspiración nunca puede subestimarse, es un motor que hace posible la transformación de la realidad”.
Escuchar hablar de inspiración en el liderazgo es refrescante pues permite ver desde otra óptica el deber ser de un líder más allá de lo netamente técnico o ejecutivo. El líder debe ser capaz de trascender el hacer, presentar visiones audaces ante los retos del momento, generar confianza y lograr que las personas avancen hacia esa meta común. Liderazgo es más que planeación o ejecución, liderazgo es inspiración.
De manera semejante, el escritor y conferencista Simon Sinek, dice en una charla TED titulada: “Por qué los buenos líderes te hacen sentir seguro” que, la autoridad es diferente al liderazgo. Así, es posible que en una organización hagamos lo que un jefe indique, sin embargo, eso no significa que lo sigamos en su visión. En el mismo sentido, Sinek señala que el liderazgo es una elección, no un rango o una posición determinada, y que en las organizaciones puede existir mucho más liderazgo en personas con posiciones poco brillantes que en cargos directivos.
En un momento de falta de confianza en las instituciones es necesario que haya liderazgos inspiradores que además de movilizar a sus colaboradores lo hagan también con el resto de la sociedad. Es curioso que actualmente, algunos de estos liderazgos estén por fuera de la política, y que en ocasiones escuchemos más lo que dice una persona proveniente de la academia, el arte o la empresa privada que lo que comunica alguien con una responsabilidad pública.
Los momentos de crisis requieren de nuevas visiones, conceptos, comunicación y, sobre todo, virtudes. Leí una frase de Alan Watts en un libro de un autor español: “Una persona cambia por dos razones: por inspiración o por desesperación”. Ojalá nuestro cambio y desarrollo provenga por la segunda razón, y que así sea entendido por los llamados a dirigir y tomar decisiones relevantes. El poder de la inspiración no se debe subestimar