Dentro del plan de desarrollo de Medellín existen una serie de proyectos viales que se encuentran en ejecución, cuyo avance y calidad debe ser motivo de análisis, incluidos los procesos de licitación y contratación, porque existen una serie de observaciones que vale la pena comentar.
En la mayoría de las licitaciones de la obra pública se incluyen requisitos en ejecución de los proyectos no utilizados en el país y una serie de exigencias en documentos con información al detalle, que han limitado la participación de empresas nacionales y dificultado la adjudicación. Valdría la pena considerar si para las autoridades colombianas, las compañías no ofrecen las garantías necesarias para la correcta ejecución de los proyectos e identificar esas debilidades, porque en ese caso, las universidades y los centros de investigación, deberían tomar los correctivos para promover la aplicación de nuevos sistemas constructivos y fortalecer la capacidad técnica de los ingenieros y diseñadores.
En el país ha sido importante la presencia de empresas constructoras extranjeras, porque su experticia ha permitido que los asociados colombianos hayan adquirido un mayor conocimiento, y por ello contamos con renombradas firmas construyendo túneles, líneas del metro, sistemas de buses y centrales hidroeléctricas de talla mundial; esta oportunidad ha permitido generar economías importantes y unos buenos resultados en los proyectos.
Sin embargo para el ciudadano de a pie las obras como el tranvía de Ayacucho, cuyo contrato lo desarrolla una empresa foránea, la misma adjudicataria del Parque del Río, ha generado inconvenientes a la comunidad, porque durante el desarrollo de las obras civiles y la ubicación de redes de servicios en la calle Ayacucho, no se evidencia un orden en los trabajos y el tiempo de ejecución se ha prolongado, lo que ha generado un impacto negativo a la comunidad de la zona; así mismo en el edificio del patio de parqueo de los trenes en el barrio Alejandro Echavarría, se han utilizado procesos constructivos que quizás empresas antioqueñas los aplicarían mejor en proyectos similares.
Con referencia a otras obras en El Poblado se presentan avances como el intercambio de La Concha con la Transversal Inferior, es notorio el buen manejo del tiempo utilizado, el sistema de encofrados (formaletas) y vaciado de concretos que garantizan una buena calidad y se ha observado el cuidado para permitir la circulación peatonal y vehicular acordes con las expectativas; a diferencia de la obra de Los Balsos con la Transversal Inferior, que entendiendo la dificultad en el manejo de las redes de servicios, la construcción de las pantallas (muros) para el deprimido, el manejo de los senderos para la circulación peatonal y la construcción de brechas para alojar las redes, a las que no les han aplicado una capa de asfalto provisional, han generado polvo y congestión vehicular con perjuicio para los vecinos; los otros proyectos del cruce de la Transversal Superior con Los Balsos y El Tesoro en el mismo sector, han transcurrido en forma adecuada dada su complejidad.
Vale la pena revisar la forma como se está planteando la forma de licitar, de calificar y de equiparar a los proponentes, teniendo en cuenta la calidad de la ingeniería colombiana.
Así mismo, exigir que las empresas foráneas ofrezcan transferencia de conocimiento y nuevas tecnologías, que permitan obtener buena calidad y mejores resultados en las obras que se construyen en nuestra ciudad y en el país.