Preocupa enormemente que el país no tenga un concepto claro sobre la importancia de la ciencia para impulsar el talento humano, y desde luego, para apalancar el desarrollo.
El anunciado recorte presupuestal a este concepto que abarca el 41.5 %, representando solo $222.000 millones, la cifra más baja desde hace ocho años, realmente nos conmueve.
Y nos duele que cantidades millonarias se pierdan en corrupción y en otros conceptos no tan prioritarios y se deje a la ciencia en medio de un lánguido sustento, decapitando las posibilidades de los colombianos para innovar y para presentarse al mundo con proyectos que puedan representar la evolución del conocimiento, traducido en proyectos viables que permitan impulsar muchos frentes del progreso, no solo...