Por Carlos Boyero
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En la dadaísta clasificación por contenido de la última entrega de The Crown, los impagables programadores nos avisan de que su temática es de sexo y desnudez. O sea, porno a la carta. Pero mi memoria recuerda con admiración, la sensualidad, el erotismo y la elegancia con las que estaba descrita la primera cita de la princesa Margarita en el estudio del fotógrafo Tony Armstrong, aquel fascinante juego de seducción en el que ni se tocaban ni se besaban....