Ginet Peña, con toda la picardía de sus siete años, ataviada como una típica campesinita del altiplano cundiboyacense, gira el huso entre sus dedos con una rapidez y agilidad sorprendente, formando, de un haz de lana virgen, un hilo tan delgado y fuerte que la hace acreedora al primer premio, como mejor hilandera, categoría niños, de la séptima Feria de la Lana de Cucunubá.
A dos horas de Bogotá, por un corto camino desde Ubaté, se llega a Cucunubá, pequeña población, localizada en un remanso de prados verdes tachonados por acacias amarillas, eucaliptos y sauces. Es fácil ver la riqueza de estas tierras donde, a la sombra de bellos faraones de roca, pastan plácidamente hatos de vacas lecheras, que dan a la región de Ubaté el título de capital...