Hace más de medio siglo el gran historiador inglés Arnold Toymbee (1889-1975), impresionado por el fraccionamiento de América Latina, pensaba que sólo la religión podía unir estos pueblos. Y propuso hacer romerías constantes, espontáneas, no obligatorias, a los grandes centros religiosos, como el Cristo de los Andes y Nuestra Señora de Guadalupe. Propuesta tan sugerente en este momento de tanta agitación política, económica y religiosa.
El ocho de diciembre celebramos con inmensa alegría, admiración y gratitud la fiesta de la Inmaculada. Fiesta que se viste de todos los colores que irradia su presencia, como si estuviéramos a las puertas del paraíso.
Inmaculada es limpia, pura, transparente, completa, plena, divina. Limpia es una palabra seductora....