Un nuevo modelo económico que permita preservar los logros alcanzados por los países en materia económica y social en la última década fue uno de los temas centrales de discusión en la reunión del Foro Económico Mundial, celebrado en Medellín esta semana. En estos años, los países de la región redujeron la pobreza y la desigualdad, al igual que el desempleo y la informalidad, aunque un poco más lentamente. De igual forma, aumentaron el PIB per cápita y los ingresos de los hogares.
El problema está en que la mayoría de estos avances fueron fruto de los altos precios de las materias primas y no de políticas de largo plazo encaminadas a volverlos sostenibles. Lo cierto es que los países no aprovecharon la bonanza para sofisticar y diversificar sus...