Llegada la madurez de los tiempos, Jesús se presenta al mundo como el servidor consciente y fiel. No viene como líder político. Su misión es espiritual: a liberar del pecado. En esto consiste el testimonio de Juan. Es este un nuevo testimonio a favor de Jesús, con la particularidad en esta ocasión de acentuar la validez del mismo para todos los tiempos, lugares y personas. Juan emite su confesión testimonial sobre Jesús de modo absoluto.
Jesús es presentado como el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, como el que bautiza con el Espíritu, como el Hijo de Dios. Estamos ante una confesión cristiana de fe puesta en labios del Bautista. La imagen del Cordero de Dios es una imagen llena de resonancias bíblicas. El cordero pascual estaba...