PorFrancisco MoralesUniversidad CentralComunicación Social y Periodismo, octavo semestre franciscofmt9@gmail.com
Corre por las carreteras de los sectores más abandonados del país, llenando las grietas de un pueblo abandonado. Trae el infierno a medida que avanza en su impredecible, pero mortal trayecto.
Sin mayor esfuerzo, ahuyenta la vida, asfixia las plantas, envenena el agua y le arrebata la vida a aquellos que creían tener su futuro resuelto. Lo único que queda tras los derramamientos de petróleo ocasionados por los ataques de la guerrilla son las lágrimas de los habitantes, el desespero de los pescadores y el incurable daño ambiental. Solo eso, nada más.
Reza el adagio que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones; así como...