Síguenos en:
El País
Columnista

El País

Publicado

La separación entre alma y cuerpo no existe

$Creditonota

Por Najat El Achmi

En las representaciones mainstream es el especialista que siempre aparece como inquietante, cuando no es directamente el malo de la película. Al psiquiatra se le suele dibujar como un terrible manipulador capaz de controlar la mente de sus pacientes o bien como quien se ocupa de trastornos psíquicos graves. Pocas personas admiten visitar al psiquiatra, no sea que se les tome por locos, mientras que ir al psicólogo o al terapeuta parece denotar un malestar menos grave, incluso se puede concebir como un simple apoyo para la tarea de vivir. Nada que ver con perder la cabeza.

En realidad todo profesional de la salud mental, si es bueno, tiene el mismo objetivo que cualquier otro especialista: aliviar el sufrimiento de sus pacientes, conseguir que recuperen un estado de salud óptimo y, por lo tanto, que puedan vivir la mejor vida posible dentro de sus propias circunstancias. Casi todo el mundo que recela de los psiquiatras es por el hecho de que pueden prescribir medicamentos, como si fuera lo único que hacen. Algo, por otro lado, que no nos haría desconfiar de un cardiólogo, pongamos por caso. Por eso se conciben los psicofármacos y la psicoterapia como opciones opuestas y excluyentes. En realidad no es más grave tomar un antidepresivo que un medicamento para la tensión o la diabetes, pero hay un miedo general a la medicación destinada a restablecer el equilibrio de este órgano tan particular que es el cerebro. Miedo a la dependencia, a los efectos secundarios, a que cambie nuestra personalidad o a que nos anestesiemos con una alegría artificial. ¿Dónde queda mi identidad individual si una diminuta pastillita consigue que pase de ser una pesimista fatalista a una simpática optimista? Y es que el dolor, incluso el psíquico, cuando persiste en el tiempo acaba convirtiéndose en rasgo distintivo.

Hay dolencias imposibles de curar solamente con psicoterapia, hay momentos de crisis que afectan la química de nuestros tejidos porque, en efecto, la separación entre cuerpo y mente no existe, es una simple organización conceptual para pensarnos mejor. Incluso en situaciones de enorme sufrimiento nos resistimos a ser medicados, algo que nunca haríamos con una pierna rota o una infección. Por otro lado, no toda psicoterapia es necesariamente inocua. Pretender mitigar depresiones graves, ansiedad crónica o estrés severo con mindfulness, yoga o libros de autoayuda es tan peligroso como pretender extirparse el apéndice uno mismo o con la ayuda del curandero del pueblo

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas