La declaración emitida el 16 de septiembre por 11 países del Grupo de Lima rechaza cualquier intervención militar en Venezuela, lo que es diplomática y legalmente correcto, y no debería sorprender a nadie. Pero no propuso ninguna acción diplomática para presionar al dictador venezolano Nicolás Maduro para que permita la restauración de la democracia, en flagrante contradicción con los compromisos anteriores del grupo....