Al recibirlo en su primer día como Jefe de Estado, los responsables de la Casa Blanca invitaron a Ronald Reagan a hacer una inspección detallada de las instalaciones de la sede presidencial. Reagan expresó su interés por conocer el War Room, la sala especial de reuniones de crisis, en la cual se desarrolló la escena final, y apocalíptica, de la película Dr. Strangelove: or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb. Sus acompañantes tuvieron que explicarle que el War Room no existía. Era una ficción creada por el director de la película, Stanley Kubrick. Su puesta en escena tenía verosimilitud porque coincide con la concepción generalizada de que en la sede gubernamental existe, o debe existir, una sala de comando y control, llena de pantallas...