Por RAÚL E. TAMAYO GAVIRIA
El año pasado, por un viaje que hicieron los niños del primer mandatario en el avión presidencial a un centro vacacional, con lo que se da el uso adecuado a la nave oficial, cual es la protección y seguridad de la familia presidencial, algunos periodistas y entre ellos la “estrella” de Semana, Vicky Dávila, se permitió citar a su programa de TV al consejero presidencial Hassan Nassar para pedirle cuentas, de por qué habían invitado a unos amiguitos de los niños del Presidente en el vuelo vacacional.
El veterano periodista respondió con profesionalismo y aprovechó para preguntarle a la autosuficiente entrevistadora si ella había viajado alguna vez en el avión presidencial o había utilizado los vehículos de la UNP oficiales, para llevar amiguitos de sus hijos los finas de semana.
Vicky Dávila se encrespó y reconoció que en los vehículos de UNP oficiales que le tiene el gobierno, sí han montado amiguitos de sus hijos y tanto ella como su esposo, que no es periodista, fueron pasajeros del avión presidencial en el gobierno de Santos y viajaron a Roma con hoteles de lujo pagados por el Estado y ahora critican un viaje de los niños del presidente a una ciudad colombiana. Nassar calificó eso de doble moral e hipocresía.
“Ahí fue Troya”. La furia de la intocable periodista estrella fue una tempestad de insultos, gritos, gesticulaciones y vocabulario soez.
Ahora, con el debate que se ha generalizado por unos descubrimientos que hizo la inteligencia del Ejército Nacional, los periodistas han esgrimido la Libertad de Prensa como escudo para perseguir a los altos mandos del Ejército y la Inteligencia, como si los periodistas fueran intocables. Vimos la foto del periodista gringo Casey a quien pillaron fotografiando desde una moto conducida por un terrorista fariano uniformado. Como periodista me acojo a la libertad de expresión, pero como colombiano defiendo mi Ejército Nacional. Y este debe defender la seguridad nacional.
El Ministro de Defensa destituyó a once altos mandos de inteligencia, que lo que hacen es defender la República, aunque me dicen que los periodistas de izquierda de medios como Semana y algunas redes sociales, son los verdaderos enemigos del gobierno que se amparan en la libertad de prensa, o como los que le dan bomba al que ataca al padre Carlos por pederastia, cuando apenas fue suspendido, nunca ha sido condenado y el que lo acusó hace once años, se retractó porque dijo estar furioso con el padre porque lo despidió de la parroquia el Sagrado Corazón. Este sujeto despedido por mal trabajador calumnió al padre Carlos, por desquitarse. Para eso sirve la libertad de prensa.
Ñapa. La periodista criticona de los vuelos del avión presidencial pero usuaria del mismo en viajes intercontinentales, y de los vigilantes y vehículos del UNP con invitados, ahora en Semana se opone a que los colombianos apoyemos a la empresa Avianca. Una empresa a la cual queremos como si fuera nuestra. Yo apoyo a Avianca.