Dos escenas que nos trae el evangelio hoy, nos permiten algunas consideraciones sobre nuestra forma de relacionarnos y asumir posiciones sociales y religiosas de nuestro tiempo.
En la primera escena: con una llamada de atención fuerte, Jesús previene contra un mal crónico de nuestra humanidad. La mentira, hipocresía o el mundo de las apariencias que descompone no solo a los seres humanos, sino a sus múltiples formas de relación y organización social.
El gusto por la ostentación, la apariencia; por ocupar siempre los primeros puestos, está lastimosamente ligado a una búsqueda particular, individual que termina siendo una especie de “culto religioso” en la búsqueda de beneficios particulares, egoístas, por encima de la búsqueda del bien común. Con...