La pandemia ha permitido que algunas cosas buenas ocurran. Por ejemplo que un grupo de habitantes del sureste asiático, cuya cultura se remonta a casi 4.000 años de antigüedad, haya podido retomar sus costumbres ancestrales y volver a vivir una vida sin fronteras en la que el océano es su universo entero. Son los Moken y les dicen los gitanos del mar porque hasta hace 50 años eran nómadas, vivían en sus barcas, saltaban de isla en isla e interactuaban con su entorno natural de manera respetuosa y sin conflicto. Hasta que los gobiernos de Birmania y Tailandia los asimilaron como ciudadanos de segunda y los obligaron a vivir en tierra firme.
Los Moken han practicado durante siglos una filosofía de vida cercana a la que el norteamericano Thoreau...