Los jóvenes han promovido y acelerado cambios profundos a lo largo de la historia. Cuando se congregan alrededor de causas comunes, demuestran el poder que tiene la unidad y el trabajo en equipo. Por eso, estoy convencido que la renovación de los liderazgos debe propiciarse desde las juventudes, que sus inconformidades deben convertirse en propuestas razonadas y en acciones transformadoras, y que los gobiernos, las instituciones y la sociedad, deben darle apertura al protagonismo activo de esas nuevas generaciones que promueven causas valiosísimas, tanto para el desarrollo humano sustentable como para el fortalecimiento de la democracia, la paz y los derechos humanos.
El cuidado medioambiental, la protección de los animales, la inclusión de...