“Lastimosamente la historia mala de este país se está contando desde las cárceles, por personas como yo”. Esa fue la respuesta, hace algunos años, de Hernando Gómez Bustamante, alias “Rasguño”, cuando le preguntaron por qué había que darle credibilidad a su testimonio. Lo más triste es que hay certeza en su respuesta. Delincuentes temibles como él son quienes conocen la verdad de lo que hay al interior del crimen en el país.
Desde luego, no hay que desconocer que en ocasiones sus versiones son tergiversadas para favorecer sus propios intereses o a presiones de otras personas. Estos bandidos buscan un beneficio económico o jurídico.
El caso de Álvaro Gómez es un típico ejemplo. El país, aún, no sabe qué paso y seguramente tendremos que esperar...