“Seamos agradecidos con las personas que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma”. Marcel Proust.
En la vida e historia de cada uno hacen presencia las vidas y las historias de otros, unas veces para atormentarnos por instantes y otras como tumores que pareciera que no pueden extirparse porque los daños de dicha separación son más peligrosos que su permanencia.
Sin embargo en otros casos, los más felices, llegan a nosotros, autoconvencidos de que son la recompensa que se tardaba y en otras sin aparente razón o incluso sin merecerlo, personas maravillosas que pudiendo o no ser excepcionales, sí es lo que ellos representan y hacen de nosotros.
Son esos ángeles caídos de ninguna parte porque moran la...