Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Es una frase que puede aplicarse a la vida familiar, sentimental y profesional. Para que los astronautas Neil A. Armstrong, Edwin E. Aldrin Jr y Michael Collins llegaran a la luna aquel memorable 20 de julio de 1969 se requirió del talento de, no una, sino tres mujeres. Ellas son Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson. Y las tres tenían algo en común: eran afroamericanas.
Fue la escritora Margot Lee Shetterly, hija de un investigador afroestadounidense del Centro de Investigación Langley de la NASA , quien descubrió la historia, hasta el momento desconocida, y quien aseguró que la hazaña de estas tres mujeres era digna de ser contada. Su libro fue llevado al cine y hoy...