x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Son niñas, no esposas

La niñez y la adolescencia son etapas cruciales para construir el proyecto de vida de cada individuo; no podemos permitir que se vean truncadas por un matrimonio prematuro y forzado.

12 de agosto de 2024
bookmark
  • Son niñas, no esposas
  • Son niñas, no esposas

Por María Bibiana Botero Carrera - @mariabbotero

¿Recuerdan ustedes qué estaban haciendo a sus 12, 14, 16 años de vida? Su respuesta es, posiblemente, que ¿estaban en el colegio?, ¿practicando un deporte?, haciendo parte de algún grupo de amigos, jugando, aprendiendo, soñando con su futuro. Cualquier cosa, menos estar casados o pensando en su matrimonio. Sin embargo, para millones de niñas en Colombia, esta realidad se ve truncada por la práctica nociva del matrimonio infantil, una forma de abuso que sigue siendo tolerada bajo pretextos culturales inaceptables.

Es una cruda realidad: según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) de 2015 –encuesta que apenas se va a actualizar este año- más de 2,5 millones de mujeres en Colombia, entre 20 y 49 años, se casaron o se unieron por primera vez antes de cumplir los 18 años, una cifra alarmante que equivale al 24% de las mujeres en ese grupo de edad. La CEPAL afirma que los matrimonios y las uniones infantiles, tempranas y forzadas “constituyen una violación a los derechos humanos de los menores, son fenómenos complejos relacionados con desigualdades de género, violencia, abandono escolar, embarazo adolescente y políticas inadecuadas que ponen en riesgo el presente y futuro de niñas y adolescentes”. Escandaloso, por decir lo menos.

En 80 países del mundo, según UNICEF, el matrimonio infantil está prohibido sin excepciones, entre ellos Alemania, Suecia, Malawi, Zambia y República Dominicana, por mencionar algunos. La evidencia nos muestra que una niña que vive en una unión temprana o un matrimonio infantil, en menos de un año estará embarazada e inmediatamente tendrá otro hijo, concluye la CEPAL. Estas menores y sus hijos están predestinados a la pobreza y la discriminación estructural. Aún con el consentimiento de sus padres o de un juez de familia, el hecho de que un adulto decida por su futuro reafirma que es una niña, lo que se traduce en un abuso.

El Congreso de la República, donde predominan los hombres -154 frente a 54 mujeres- tiene la responsabilidad de votar este miércoles 15 de agosto para proteger a las niñas y niños del país, y asegurar que no se tenga la opción de vivir en una situación que perpetúa la desigualdad y la violencia. Suena raro e increíble; pero la votación del proyecto de ley que prohíbe el matrimonio infantil en Colombia está en riesgo de no ser aprobada. Aún predominan las “disculpas culturales”, las menciones a un “amor genuino entre un adulto y una adolescente” que justifican esta práctica aberrante.

La niñez y la adolescencia son etapas cruciales para construir el proyecto de vida de cada individuo; no podemos permitir que se vean truncadas por un matrimonio prematuro y forzado. La prohibición del matrimonio infantil no es solo una cuestión de derechos humanos, y va más allá de una postura moral, es una necesidad urgente para asegurar el bienestar y el futuro de nuestras niñas y jóvenes.

Son niñas, no esposas. NO al matrimonio infantil.

*Presidenta Ejecutiva Proantioquia

Sigue leyendo

Te puede Interesar

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD