Este martes tuvo lugar el acto mediante el cual se sancionó la Ley 2098 de 2021, reglamentaria de la cadena perpetua, y otra vez el presidente con el sol a las espaldas y creyéndose garantista dijo haber cumplido su promesa electoral en esta materia; también dio algunos alaridos Johanna Jiménez, hija de la finada Gilma, quien en medio de sus lloriqueos posó como una avezada populista: “¡Ma...lo logramos!”. Por supuesto, de la mano de esta lógica enroscada se hizo una muy deslucida celebración de los treinta años de expedición de la Constitución: ¡Se puso en vigencia una afrentosa ley inconstitucional!
Y, como se trataba de cobrar dividendos, otra vez la causa de los niños (la citada dama los llamó “angelitos”) fue esgrimida; se volvió a hablar...