Una veintena de desapariciones y homicidios ocurridos en Quidbó, capital de Chocó, y en los municipios y caseríos aledaños, durante el último mes, ha tenido poco eco en los medios nacionales de comunicación. Que asesinen en un departamento de la periferia económica, política y social del país resulta un asunto más del “paisaje informativo ordinario”. Se calla esa matanza y se encubre la brutalidad que ejercen los autores.
Solo hay algún eco de esta barbarie en la emisora de radio local: En Quibdó todos los días matan a un joven. La nota habla de una juventud hecha lumpen, sin oportunidades de empleo y que es instrumento de grupos armados ilegales.
La población está aterrada e intimidada por estructuras criminales. Las imágenes captadas de los...