Medellín se ha convertido en un referente nacional, regional y mundial de crecimiento económico, desarrollo social y progreso. Su nombre ha dejado de figurar en la lista de ciudades más violentas del mundo para reconocerse internacionalmente por su transformación urbana, innovación, emprendimiento, resiliencia y pujanza. Pasar la página más triste y violenta que padecimos en los años noventa producto del narcoterrorismo, sólo fue posible mediante la unión y el trabajo en equipo.
Y es que, en las últimas décadas, el modelo de ciudad de Medellín se ha planeado y construido a partir de un gran pacto social e institucional que ha involucrado a diversos e importantes actores como lo son la ciudadanía, el sector empresarial, académico, político,...