Caminar es un verbo que conjugo, trato de hacerlo a pie y en carro, en transporte particular o en vehículos de servicio público, por la dificultad de la topografía aún no he elegido la bici como medio de transporte, admiro el esfuerzo por hacer de esta una ciudad amigable con el ciclista, pero creo que aún persisten cientos de salvajes que creen que la vía es un espacio individual.
Salgo a la calle y me asombro de la mala educación de algunos al volante, duele ver a los inconscientes ocupar el parqueadero de las personas con movilidad reducida o al que deja su carro en la vía mientras entra al almacén a recoger productos o servicios, sin embargo cuesta creer que en la más innovadora del planeta aún se deba tomar el teléfono para denunciar al mal parqueado y que una vez realizada la denuncia se deba esperar a que la autoridad haga la visita y realice correctivos. Se me ocurre que sería más fácil si a través de una aplicación o un dron se pudiese fotografiar a los infractores con nuestros teléfonos móviles, subir las imágenes a una página y que estos recibiesen comparendos, aunque fuesen solo pedagógicos, digo pedagógicos porque imagino que las multas por esa vía serían inconstitucionales.
Me gustaría imaginar que alguno de los emprendimientos tecnológicos de los que tanto se ufana la ciudad diseñase una aplicación para los accidentes de tránsito, esperar la llegada de la autoridad es en muchos casos una situación que causa vergüenza, pues al tiempo invertido en la espera se añade el caos generado; en algunos países cuando usted se choca los conductores intercambian los documentos de su respectivo seguro (que guarda cada uno en su guantera) y cada uno dibuja el croquis del suceso en el seguro del otro, al final se devuelven los papeles para que las aseguradoras negocien. Sí, sé que no siempre será posible, pero se puede intentar.
Finalmente, ante el inminente colapso de la ciudad por el inicio del faraónico proyecto del Parque del río, me permito sugerir una idea relativamente simple que creo puede ayudar a mejorar la movilidad. Hace años los cuatro carriles de la autopista funcionaban en ambos sentidos, se construyó la paralela del río y cada costado se hizo unidireccional. Me pregunto si sería imposible que los cuatro carriles de Las Vegas circulasen de norte a sur y los cuatro de la avenida El Poblado lo hiciesen de sur a norte, claro, para lograrlo habría que hacerlo con el consenso de los demás municipios, pero creo que así evitaríamos obras, cabría el metroplús sin arrasar el verde y podríamos disminuir las horas invertidas en desplazamientos.
Creo que se puede hacer mucho por la movilidad y se pueden hallar ahí oportunidades de negocio con inversiones relativamente bajas.