Por Felipe Buriticá Abril
Universidad Eafit
Ingeniería Civil, semestre 9
fburitic@eafit.edu.co
Los últimos meses sirvieron para ver múltiples descontentos de la juventud colombiana con las políticas de gobierno, las situaciones que atraviesa el país y en general con la manera como está conformado el Estado. Explorando posiciones en redes sociales, medios de comunicación y conversaciones callejeras, se nota un sentimiento transversal a estas opiniones: indignación.
Es válido mostrar descontentos y tener la autonomía para estar de acuerdo, o no, con cualquier tema. Sin embargo, cuando se genera un estado de opinión que parece estar a la vez en sincronía con las diversas posiciones de tantas personas y vemos cómo se multiplican sentimientos de “Indignación colectiva”, es pertinente preguntarse ¿qué motiva estos sentimientos? ¿A qué tipo de información estamos expuestos? ¿Qué tanto reflexionamos a partir de esa información? ¿Qué intereses puede haber detrás?
Hoy más que nunca tenemos acceso a la información. Internet y redes sociales son medios preferidos de la juventud para informarse y estar actualizada. Estos canales nos inundan a diario de contenido, no obstante, esto no se traduce en estar mejor informados. Es preciso comprender lo que se lee. Cabe resaltar que según las pruebas PISA 2018, el 50% de los estudiantes está en el nivel 1 y 2 de lectura; es decir, no es capaz de identificar la idea principal de un texto. Y solo el 1% se encuentra en los niveles superiores (5 y 6).
Antes los medios de comunicación tradicionales tenían el control y las personas contaban con menos opciones para informarse, hoy en día los medios digitales tienen mayor alcance. Algunos están sumergidos en una agresiva competencia por más lectores, me gusta, comentarios, compartidas, visitas...
Esta batalla trae como consecuencia que algunos medios digitales busquen alinearse con las tendencias de pensamiento “de moda”, además buscan generar emociones que lleven al usuario a compartir la noticia y revelar a los demás que están preocupados por los temas actuales, muchas veces con el fin de resaltar y mostrarse como personas “conscientes”, a diferencia de los demás que podrán calificar como “ignorantes”.
¿Surgen esas posiciones a partir de intereses genuinos? o ¿se cae en el juego de la indignación provocada? No tengo intención de criticar alguna preocupación en especial, o censurar alguna postura política. La invitación es a reflexionar sobre temas que nos involucran como sociedad, ir más allá del titular y del botón de compartir. Asumir temas de interés nacional, aprovechar el acceso a la información para buscar datos reales, para comparar cifras, entrar en contexto con la noticia y nutrir el proceso de reflexión.
Pensar por nosotros mismos, formar posturas propias. Que nuestras opiniones sean realmente nuestras y no cometer el error de ser máquinas de indignación, que muestran preocupación y a la semana siguiente se olvidan. El pensamiento crítico surge del análisis, no al contrario.
*Taller de Opinión es un proyecto de
El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
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