Fue una declaración taxativa, de esas que dejan sin aire. La formularon los familiares de los periodistas y el conductor ecuatorianos, secuestrados y muertos por Guacho. La escribieron el viernes, apenas se conoció que tiradores expertos del ejército habían atinado en órganos vitales del fiero jefe disidente.
Comenzó con una frase construida como para marcar el tono general de la página: “Ninguna muerte es motivo de celebración”. Caramba, las víctimas de El Comercio habían sido ejecutadas a sangre fría, luego de que sus parientes rogaron por una negociación. Solo que la sociedad del país vecino no está acostumbrada a la sevicia ni a los refinamientos mortales usuales en Colombia.
Desde marzo de este año que termina padecieron incertidumbre, duelo,...