Tres años privada de la libertad cumplió el pasado 7 de febrero la hermana Gloria Cecilia Narváez. Su secuestro es uno de tantos casos de la persecución religiosa en el mundo, de cómo en tantas naciones asiáticas y africanas principalmente ser cristiano, ser misionero representa una amenaza para ciertos grupos extremistas y por lo tanto son silenciados de manera violenta. Son muchos los misioneros en estos países que, tras años de entrega generosa, de sacrificio y amor han sido asesinados, privados de su libertad o que han tenido que huir de su lugar de misión por miedo a las amenazas que han recibido.
Son pocas las veces que estas noticias llegan al mundo occidental y si es que llegan, es con baja intensidad, quizás por la poca proximidad física y cultural que tenemos con esos lugares. Pero el hecho de que una de las religiosas secuestradas por grupos extremistas sea colombiana, nos acerca un poco más a lo que sufren tantos y tantos cristianos en el mundo.
La hermana Gloria Cecilia de 59 años oriunda de Buesaco, Nariño y miembro de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada fue trasladada en el año 2002 a África para servir como misionera. Los primeros ocho años estuvo en Benín y luego se radicó en Malí donde trabajó seis años en una parroquia ubicada en la región de Karangasso.
“Allá dedicaba a ayudar y promover a sus hermanos más desprotegidos, como los niños, las mujeres y los jóvenes” dijo al portal Aleteia la madre Carmen Isabel, provinciana de su comunidad en Colombia. “Confiada solo en Dios y la Providencia porque realmente no contaba con recursos suficientes para tan grandes necesidades. En esa realidad fue atrapada”, aseguró la religiosa con la voz entrecortada.
En el 2018 los yihadistas, quienes la tienen privada de la libertad, enviaron dos pruebas de supervivencia mediante un video en el que ella pedía al Papa Francisco intervenir para su liberación y la de tantos cristianos secuestrados. Desde mediados de ese año, no se tienen noticias de la religiosa.
En estos tres años, la universidad Mariana de Pasto, donde la hermana Gloria Cecilia estudió licenciatura en educación, tiene un oratorio para en el que piden por su liberación. Allí todos los días publican en una cartelera los días lleva Gloria Cecilia en cautiverio.
Según un informe publicado el pasado mes por la ONG Open Doors, uno de cada ocho cristianos sufre de persecución. Actualmente 73 países sufren una alta persecución religiosa y 11 de ellos sufren violencia a un nivel extremo. El informe indica que en la región de Sahel ubicada en Burkina Faso, donde fue secuestrada la religiosa, más de 250 civiles han sido asesinados en 20 ataques de AlQuaeda y muchos de estos han sido perpetrados en templos llenos de feligreses.
No olvidemos a la hermana Gloria Cecilia ni a tantos cristianos perseguidos. El amor la hizo radicarse en África, su pasión misionera no la acobardaron y por ello siguió sirviendo en una región extremadamente y violenta. Dios la cuide y la mantenga con vida. Dios permita que regrese a la libertad y pueda reunirse de nuevo con su comunidad y su familia.