Parte de la prensa, especialmente estadounidense, y de la academia, como el patético Paul Krugman, que se autodenominan “liberales” para ocultar su pertenencia al Partido Demócrata, se muestran “sorprendidos” y han estado desgarrándose las vestiduras histéricamente porque el mundo no se comporta como ellos dicen que debe hacerlo. ¿De dónde vendrá tanta sorpresa y rabia disfrazada de análisis juicioso?
La sorpresa surge de muchas fuentes, una es la falta de información pero también de la soberbia. Esos alaridos contra la realidad vienen de la arrogancia inmensa que sufren académicos y grandes medios de comunicación, que supuestamente deben analizar e informar, pero en realidad consideran que su tarea es dictar lo que los demás deben pensar y repetir....