Amable lector. Cuando se habla de piedras preciosas el diamante es la reina de las joyas. Proviene de carbonos cristalizados de gran brillo y dureza. Existen otras como las esmeraldas que dejan entrever pequeños claros que se llaman jardines; a los expertos les permite saber si son de buena cuna. Un collar de perlas de color blanco, o de lustre amarillo o rosado, según la forma y tamaño, es de gran valor. Un topacio amarillo atrae la mirada por su viveza.
El problema de las joyas es que hay imitaciones casi perfectas, que para el común de la gente no es fácil reconocer si son genuinas o bisutería. Sin embargo, un buen joyero no solo las distingue sino que sabe apreciar cuáles son las de mayor calidad.
En los humanos también hay joyas, aunque...