El presidente Santos, desde la alocución en la que aceptó el triunfo del NO en el plebiscito, venía siendo muy insistente con eso de que él era el “Jefe de Estado” y que “como Presidente” conservaba “intactas sus facultades”.
En cada una de esas intervenciones televisadas en las que se dedicó a demostrar, con personajes tan legítimos como la famosa “Doña Mechas”, que la mayoría de los votantes del NO habían sido engañados, tuvo a bien recordarnos su cargo y sus potestades, como si después de estos seis largos y pesados años de su impopular mandato no nos hubiéramos dado cuenta.
Tanta reiteración, como la de esta semana cuando enfáticamente anotó que “apenas tengamos ese nuevo acuerdo, yo sigo siendo el Presidente de la República y tengo todas...