Hechos recientes están conduciendo a algunos de nosotros a creer que los registros que deja Google sobre nuestras búsquedas en las redes, o Facebook sobre nuestras amistades y creencias o las noticias falsas que se divulgan por intermedio de Internet, son armas que se prestan para apoderarse de los Estados, para pervertir las democracias y sostener las dictaduras. El derecho a la privacidad parece ser tema del pasado.
Debo admitir que nada de lo anterior me agrada. Pero admito, así mismo, que ambas compañías operan bajo las duras regulaciones de los mercados. Están haciendo ellas dinero y hacer dinero solo puede lograrse de una de estas dos maneras: ofreciendo a las personas algo que ellas desean y están dispuestas a pagar, como sucede en las...