De cuántas maneras distintas hemos oído una historia similar por estos días: el 13 de mayo de 1939, el Saint Louis zarpó con 937 pasajeros judíos de Hamburgo hacia Cuba.
Tras las clausuras de negocios y arrestos masivos durante la Noche de Los Cristales Rotos (noviembre de 1938), muchos judíos decidieron huir de Alemania.
Aquellos viajeros no contaban con el Decreto N°. 55, con el cual Cuba discriminaba entre turistas y refugiados: a estos últimos, el Estado les exigía dinero para asegurar que no serían una carga. Cuenta la historia que, tan pronto se supo de las embarcaciones que surcaban el Atlántico (el Saint Louis competía con el Flandre y el Orduna, que también viajaban a la isla caribeña), se volcó a las calles cubanas una manifestación...