En 2009, cuando estábamos en lo fino de la revaluación escribí un artículo inspirado en otro de Jeffery Frenkel y un colega* en el que analizaba la extraña evolución de la tasa de cambio que por estar pegada al euro se alejaba del dólar y de la competitividad en el mercado principal de exportación de los productos colombianos que es el de los Estados Unidos. Nos preguntábamos entonces si en materia cambiaria nos encontrábamos en el lugar equivocado. Hoy no hay duda de que lo estábamos y que esa política, quizás involuntaria, de usar el euro como ancla para la tasa de cambio nos condujo a un desequilibro que no se corrigió hasta que ocurrieron las maxidevaluaciones de los últimos dos año y tuvo posiblemente más impacto en la revaluación que...