Si las estadísticas no mienten, este puede ser uno de los años más vitales del arte colombiano, al éxito de público y crítica de Arco Madrid se suman otras actividades que vale la pena mencionar, sobre todo porque los números impresionan y se transforman en “adjetivos” que permiten a muchos dimensionar los hechos y porque los que no consideran el arte como vehículo de realización habrán de sorprenderse por su capacidad de convocatoria y lo que él puede incidir en la transformación de percepciones.
El Estado parece entender por fin que la cultura es vehículo de promoción y propaganda (desligada de ideologías y censura) y que las miradas críticas al entorno que realizan los artistas ayudan también a construir democracia, en lo exhibido hay posiciones, ideologías y discursos bien diversos y uno podría garantizar que después de estas jornadas el público impactado será enorme.
2.100 millones de pesos ha invertido el país en los 50 eventos de Madrid; 10 galerías colombianas fueron seleccionadas e invitadas a Arco, allí asisten más de cien mil personas, 20 artistas nos representan, ocho de las galerías son de Bogotá, una de Cali y la Oficina de Medellín. Más de 250 personas se han movilizado a España, entre artistas, curadores, galeristas y gestores culturales.
A un museo como el Prado ingresaron en 2013 aproximadamente 6.373 personas día, si la custodia colonial La Lechuga está allí 3 meses, unas 509.840 personas la verán. En el Museo Thyssen (si nos guiamos por la muestra menos visitada del 2014) al menos unas 50.000 personas verán “Las Camisas” de Doris Salcedo; José Antonio Suárez expone en La Casa Encendida una antología de su trabajo compuesta por casi 1.000 obras, más de 60 mil personas asisten cada mes allí; La Tabacalera es el lugar en el que exhibe Óscar Muñoz (que a propósito viene de mostrar en el Museo de Arte Moderno de París la exposición que vimos en el Museo de Antioquia); en el Museo de Artes Decorativas expone Miguel Ángel Rojas, allí se esperan unos 7.500 visitantes, los números continúan y asombran, pero quizás el acontecimiento cultural del año sea la retrospectiva de la obra de Doris Salcedo en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, que en junio estará en el Guggenheim de Nueva York y en 2016 llegará al Perez Art Museum de Miami, en la historia del arte colombiano ningún artista vivo había recibido un homenaje de estas dimensiones. También esta retrospectiva de fuerte contenido político la apoyó el Estado.
Hay que prepararse además para los números locales, en septiembre se inaugurará el proyecto de expansión del Museo de Arte Moderno de Medellín, 24 mil millones de pesos y más de 4.000 metros harán de esa obra un hito cultural en la historia del arte colombiano.