Perdón y olvido pertenecen a la vida cotidiana. Palabras que de tanto usarlas terminan no diciendo nada. Perdonar es olvidar, olvidar es perdonar. Nadie sabe a qué atenerse.
Leo: “Humana y jurídicamente no se justifica el perdón”. Y citando a Jeremías 3, 1-5, sigo leyendo: “¿Cómo podría contar con el perdón la esposa infiel, ella que no se ruboriza por su prostitución?”.
Un poeta, fuera de sí, comienza así su poema: “Lo mejor del recuerdo es el olvido”. Mira su verso. Lo lee. Lo relee. El gozo no le cabe en el corazón. Sí, vivir olvidando es lo mejor del recuerdo. Entiende que no se entiende. Perdono pero no olvido, olvido pero no perdono. Perdón y olvido, un mar de confusión.
¿Qué es perdonar? Restablecer una relación dañada a causa de una ofensa....