Como lo concluyó el pasado miércoles un informe contratado por el alcalde de Chicago Rahm Emanuel, el racismo dentro del Departamento de Policía de la ciudad es descontrolado: los negros de manera desproporcionada se ven sujetos a detenciones de tráfico, pistolas eléctricas y detenciones en la calle que no resultan en arrestos; también constituyen un abominable 74 % de las 404 personas a quienes la policía de Chicago disparó entre el 2008 y el 2015.
Sin embargo lo que el informe no dice, y lo que muchos de los mismos habitantes de Chicago tal vez no saben, es que la corrupción no se limita al Departamento de Policía. Las prácticas racistas se extienden hasta bien adentro de las cortes criminales, ciertamente son la misma base de los casos que...