Con frecuentes alusiones a la nuclearización, Rusia está empeñada en una disputa territorial contra la Otan y US, en lo que ya se conoce como la Nueva Guerra Fría. El Kremlin tiene dos viejos amigos por estos lares, que ha venido remozando últimamente: Cuba, tutora del negociado con las farc, creadas y alimentadas precisamente por el comunismo soviético en los 60 y la Nicaragua de Ortega, con quien Colombia mantiene una disputa limítrofe, hasta ahora jurídica.
Maduro, el nuevo mejor amigo de Moscú en latinoamérica y segundo comprador de armas rusas en el mundo, anunció en diciembre la adquisición de nuevo “material de alta tecnología” militar al tiempo que criticaba la vinculación de nuestras FF. MM. a la Otan, haciéndole el mandado a Putin...