Como ser humano uno escoge si «se prende» para dar luz, o solamente para echar candela y hacer un incendio. Ninguna de las dos opciones es mala ni buena, sino que dependen del contexto en el que se desarrolle y del propósito que la acompaña. Siempre he estado en contra de la Teletón, de su tono lastimero y amarillista, como profesional creo que cualquier esfuerzo debe ir encaminado a resaltar la dignidad de las personas, y como ciudadana en condición de discapacidad, creo firmemente en las capacidades.
A mediados del año pasado, me contactaron de la Fundación Teletón con el propósito de invitarme a que construyera con ellos y validara el nuevo enfoque del programa. ¡Acepté encantada porque creo en las oportunidades y en movilizar capital social...