La Cuaresma la debemos entender como un camino hacia la Pascua. Para el creyente, este camino que la Iglesia nos invita a recorrer desde el miércoles de ceniza hasta la cena del Señor el jueves Santo exclusive, simboliza el camino que vamos recorriendo en nuestra vida cada día. Y la meta pascual no es sino el adelanto del término definitivo de nuestra existencia, más allá de la muerte: vida en Cristo, resurrección, la comunidad gloriosa del Reino de Dios.
La promesa de Dios a Abraham, de multiplicar su descendencia, debe llevarnos a entender que tenemos nosotros también la promesa del Reino de Dios, un reino del que la comunidad cristiana es como un anticipo. Somos llamados a intensificar, en este tiempo cuaresmal, nuestra vida eclesial. Por...