El padre de la Constitución norteamericana –James Madison– enunció en alguna ocasión que la circulación de la confianza era mejor que la circulación del dinero. En una Venezuela aquejada y adolorida por las vicisitudes políticas, sociales, económicas y humanitarias, se tejen pequeños pero importantes vínculos de unidad como los de cientos de empresarios que han resistido heroicamente los embates del régimen.
A través de esquemas asociativos se han dado a la buena tarea de juntarse para insistir en resistir y sin olvidar la penosa realidad, ponerse en la perspectiva de cuál sería su rol el día después. Poniéndose en un escenario de sumarse a reconstruir el país, se preguntan qué más harían, pues no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista....