Hoy quisiera reflexionar sobre la desaparición de la marca de Medellín como referente de emprendimiento e innovación y en particular sobre la ausencia de Ruta N, que ha sido una de las instituciones clave para el desarrollo local y hoy su imagen es gris y difusa. Durante la última década, Medellín había adquirido dinámica como espacio propicio para el emprendimiento y la innovación. Esto fue resultado del compromiso de varias alcaldías en torno a esta intención.
La presencia de grandes empresas en constante necesidad de nuevos servicios, el Comité Universidad-Empresa-Estado (CUEE), buen acceso a internet y compromiso del gobierno municipal, fueron algunos factores decisivos en el fortalecimiento de la ciudad como un hub de nuevas empresas.
La vibrante agenda de conferencias, tertulias y esfuerzo de Ruta N por impulsar las compañías para aumentar su presupuesto en investigación, innovación y desarrollo, generó una dinámica que atraía a personas de toda Colombia y del mundo a instalarse en Medellín e impulsar sus negocios desde aquí. Lo anterior generó mayor diversidad de habitantes, empleo, crecimiento en el consumo e incluso en el surgimiento y consolidación de nuevas carreras universitarias y cursos como ciencia de datos.
Sin embargo, este impulso se ha ido perdiendo. La que antes era la institución que marcaba la agenda en innovación y emprendimiento hoy está ausente. Esfuerzos estructurales como el mencionado, en el que se logró un mayor compromiso de las empresas en inversión en investigación, se ha cambiado por programas asistencialistas, como la entrega gratuita de computadores. Y no es que esto sea malo, pero por sí solo es insuficiente.
El afán adanista, en donde se cree que todo comienza de la nada, desconoce las buenas políticas de gobiernos anteriores que ha beneficiado al desarrollo local. Lo anterior también ha conducido a una falta de foco y resultados por parte de la Alcaldía en la política de emprendimiento. Es más, ¿existe una política de fomento al emprendimiento e innovación?
Es triste que Ruta N, además de haber perdido liderazgo y protagonismo en la conversación pública, hoy esté liderada por políticos ajenos a sus propósitos. ¿Cuáles son las iniciativas de atracción de capital para invertir en startups?, ¿dónde quedaron los espacios de encuentro y diálogo del ecosistema emprendedor liderados por la Alcaldía? Y en términos generales, ¿cuál es el foco y objetivo de Ruta N en la actualidad?
Las disputas propias en la pequeña política, el abandono unilateral del diálogo entre administración municipal y empresas y el afán burocrático, tienen a una institución insigne de la ciudad sumida en el olvido.
Recuperar la agenda de encuentros para el conocimiento y la conversación en torno al emprendimiento, fomentar la conexión entre inversionistas y emprendedores y mantener vivo el compromiso de inversión en investigación y desarrollo por parte de las compañías de la región, debe ser un compromiso asumido por organizaciones privadas - al menos temporalmente-. Conservar la dinámica y la marca de Medellín como lugar de emprendimiento, debe ser otro de los propósitos que nos una