“No mienten los mortuorios cronicones/ Ni tampoco el gemir del plañidero, /Que bien muerto aquí estás clarinetero/ Con tu boca, tus dedos y pulmones./
No saben lo que han hecho esos pisones/ Que cubrieron de tierra tu agujero:/ Dejar dormir el universo entero/ Sobre todo a los pobres orejones./
Duerme por siempre sueño tan profundo,/ Que no logre alterarlo un sonsonete/ Imitador del tuyo, sin segundo./
Más si es verdad, como lo dice Astete,/ Que habrás de renacer al fin del mundo,/
¡Cuidado con sacar...