Resurrección es amor. En realidad la resurrección no existe, existen los resucitados, como Jesús, el resucitado de los resucitados. Amor es resurrección. En realidad el amor no existe, existen los amantes y los amados. Jesús es el amante de los amantes y el amado de los amados.
La mentalidad bíblica ve al hombre como unidad de cuerpo y alma, dimensiones distinguibles, no separables. El cadáver, que significa ca-rne da-da a los ver-mes (gusanos), no es el cuerpo, sino el residuo que queda en un proceso de transformación radical, la resurrección.
Todo me pasa en cuerpo y alma. Voy naciendo, viviendo, muriendo y resucitando simultánea y dinámicamente en cuerpo y alma. Como y camino en cuerpo y alma, amo y oro en cuerpo y alma. Al nacer comienzo...