Tener el corazón o el alma hecha pedazos. Una expresión que grafica muy bien cuando cargamos el peso del dolor por alguna desdicha que haya golpeado nuestra vida.
Pero hoy no hablaré del sentido figurado sino del literal. No de corazón o el alma sino de los cuerpecitos de bebés hechos pedazos cuando son abortados y de la manera como la compañía Planned Parenthood se lucra al vender las extremidades como si fueran cualquier tipo de mercancía.
Lo hacen a sabiendas de que la compra y venta de tejidos humanos fetales representa un delito federal en Estados Unidos. Curioso también que algunos medios hayan ignorado o negado la noticia.
La evidencia salió a la luz el pasado 15 de julio, en un video difundido por el Center for Medical Progress CMP, en...