Hoy entra a regir el Acuerdo de París por el cual los países del mundo se comprometen a reducir emisiones a 2030 para evitar que el planeta se recaliente más de 1,5 más grados sobre la era preindustrial.
Sobre ese objetivo se trabaja, pero podría no ser suficiente así todos los que los ratifiquen cumplan, que no es fácil.
El Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente entregó ayer el reporte de emisiones de gases de invernadero. Como para rascarse la cabeza. Es una voz de alarma: el esfuerzo debe ser mayor. Con el Acuerdo, a 2030 las emisiones alcanzarán de 54 a 56 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (medida que concentra los distintos gases de invernadero), muy lejos de las 42 que se requerirían para mantener la meta de 1,5...