La resurrección de Jesús trae una novedad a veces no percibida por nosotros, dedicados a discusiones sobre el país y a los negocios; a la seguridad, la búsqueda intelectual, el arte, la diversión, o simplemente a sobrevivir; o más entrañablemente a la familia y las amistades. Tratando de aprovechar lo corto de la vida, de ser estoicamente decentes hasta el final, o de dejar la memoria de haber dado todo por una causa noble.
Ahora bien, el mensaje de la resurrección acoge la gravedad de estas búsquedas y pone un elemento de seriedad radical al establecer, en la fe, que el valor vivo de cada mujer y cada hombre no está circunscrito a los años que tengamos cuando nos llegue la muerte. Porque Jesús resucitado supera la última frontera, y nos da...