Llegamos a la cima de nuestro crecimiento como seres humanos cuando alcanzamos la madurez plena, aquella que se hace evidente cuando nuestra vida y nuestras obras son testimonio de la grandeza de nuestras almas. Es gracias, ante todo, a las experiencias duras que superamos, que nos llenamos de la sabiduría y la madurez necesarias para conquistar grandes alturas, desde donde podremos contemplar una panorámica más amplia del sentido de nuestra vida. Son los trayectos difíciles los que contribuyen a llenarnos del valor y las virtudes que nos impulsan a caminar en ascenso.
Estar casados significa contar con una pareja con quien podamos colaborarnos mutuamente en el proceso de crecer como personas y desarrollar al máximo las virtudes que nos permiten...