La semana pasada se publicó el último informe del Consejo Privado de Competitividad. Un estudio serio que se realiza desde hace 11 años y cuyas recomendaciones son seguidas de cerca por el sector público y por quienes toman decisiones en él. A pesar de esto, y de los buenos análisis allí planteados, en honor a la verdad, son pocas las recomendaciones que las instituciones públicas aplican. No debería ser así. Basta con leer este informe para entrever las realidades de nuestro país, y entender que la falta de fortaleza institucional y la corrupción, se reflejan, queramos o no, en nuestros niveles de competitividad. Todos estos aspectos, son claves en el engranaje de las dificultades que nos aquejan como país. Mientras en el país campee la corrupción,...