Toda la semana pasada se desarrolló en el corro internacional sin que ninguna de las naciones pudiera quitarle el ojo a China y a la depreciación de su moneda.
Es que dinamizar su crecimiento a través de la promoción de las exportaciones y no del consumo de sus habitantes, como ha sido la práctica del gigante en los años recientes, muestra un cambio significativo en la brújula de su política económica. Una nueva estrategia de expansión debía presentarse por estas fechas toda vez que el Dragón de Asia está mostrando, para este 2015, su más débil crecimiento de los últimos 25 años.
No son solo los motivos que impulsan a la primera economía del planeta a tal cambio los que hay que mantener en revisión. Es más importante aún anticipar las consecuencias,...